Fort Cantabria

"Probablemente, el estreno del año" New York Times


"La maestría compositiva de este film está a la altura de las mejores producciones del género" Fotogramas

 

"La narración de una epopeya, de una de las mayores gestas del Glorioso Ejército Rojo en pro de la lucha contra el fascismo y del triunfo mundial del socialismo. ¡Gloria a la Madre Patria! ¡Viva el camarada Stalin!" Pravda

 

"La puta que les parió..." Limpiadora anónima

 

Año: 2009

País: España/Italia

Dirección: Animal

Guión: Inexistente/improvisado

Fotografía: Animal

Reparto: Animal, HoJu, Mace Windows, Lagata, Warry

Productora: Salchichonio

Género: Bélica

 

Sinopsis: Basado en hechos reales. Un pequeño grupo de soldados soviético-españoles, bajo el mando de la teniente Silviova, queda aislado de su unidad, en un improvisado fortín hecho con sus propias uñas, que se iban cortando con alicates y algunos cojines, en algún punto de Romagrado. Ante la continua presión de los ejércitos del Jeje, comandados en el sector por el cruel y borracho general Peroni,  y sin más provisiones que unas botellas de vodka, los intrépidos soldados deciden efectuar un arriesgado golpe de mano contra el cuartel general enemigo. Una misión a todo o nada que pondrá a prueba el valor y los lazos de lealtad y camaradería de la reducida tropa.

La historia

La película está basada en las vivencias reales de los llamados Héroes de Romagrado, una escuadra de soldados que, sin que la Historia haya llegado a conocer de dónde salieron, llegaron a Roma en nombre del Ejército Rojo, aunque nunca se supo en la Unión Soviética de esta unidad.

El reducido pelotón
El reducido pelotón

En algún momento no muy bien determinado entre la Segunda Guerra Mundial y febrero de 2009, protagonizaron una gesta de resistencia que ha sido comparada con la de El Álamo en Texas (aunque los que osan hacer tal comparación son unos cerdos capitalistas decadentes). Durante un tiempo que tampoco ha logrado ser determinado, esta escuadra soportó la dureza de los contraataques de un también desconocido general Peroni (aunque se sospecha que este desconocimiento pudo ser debido a que el general fue sometido por Mussolini a una damnatio memoriae al más puro estilo romano, por su fracaso en eliminar a los resistentes y por lanzar bombardeos estratégicos y ataques de artillería en pleno centro de Roma).

Teniente Silviova con su pp(ercha)sh41
Teniente Silviova con su pp(ercha)sh41


Con la intención de hacer menos penosa su resistencia y de buscar un sitio donde beber a gusto, porque mientras estaban al descubierto las explosiones les reventaban las botellas, estos cinco valientes emprendieron la construcción de un refugio, una impenetrable fortaleza de cojnes y colchones donde resistir el asedio enemigo. Aunque angosto, caluroso y maloliente, era lo más parecido que podían tener a un hogar... no espera, ¡era igual que su hogar!

Lo llamaron "Fuerte Cantabria", lo que podría arrojar algo de luz sobre el ignoto origen de estos hombres y mujeres. ¿Soldados soviéticos destacados en el frente norte durante la Guerra Civil Española que huyeron a través de Europa y a quienes el estallido del conflicto mundial pilló por el camino? ¿pandilla de inadaptados que, inspirados por lo menguado de la hora y el consumo de estimulantes, decidieron llevar a cabo esta hazaña aun a sabiendas de que la gente normal (y aun los no tan normales) no comprendería su inefable arrojo? Los historiadores siguen sin ponerse de acuerdo.

El cabo Viktor y el soldado Petrov cazando la cena (las pelusas de debajo de la cama) desde el fuerte
El cabo Viktor y el soldado Petrov cazando la cena (las pelusas de debajo de la cama) desde el fuerte

Nuestros héroes debieron realizar expediciones de reabastecimiento para su fuerte (poniéndose en contacto con la Resistencia italiana, consiguieron vituallas gracias a dos palabras que aprendieron: "birra" y "grande").

Los soldados de Peroni que fueron hechos prisioneros en el curso de estas acciones fueron tratados con las exquisitas maneras que hicieron famosos a los campos de prisioneros soviéticos, como se aprecia en la siguiente imagen de archivo.

¡No, joder, no me refería a los campos de prisioneros de la película "Las más calientes de Siberia"! Me refería a los de verdad. Sí, esos donde los prisioneros que no se morían de frío tenían que comerse a los otros prisioneros para no morirse también de hambre.

Aunque lejos de la Madre Patria, los héroes de Romagrado supieron luchar contra la morriña aplicando a los prisioneros las más típicas muestras de hospitalidad stalinista. Observen las VERDADERAS imágenes de archivo, en las que se aprecian las torturas que algunos prisioneros sufrieron antes de ser fusilados.

Pero antes de dejar de respirar, los soldados capturados proporcionaron a los soviéticos valiosa información, que les decidió a emprender la ofensiva que haría famosos a los héroes de Romagrado: el asalto en absoluta inferioridad numérica, técnica y, posiblemente, neuronal, del cuartel general de Peroni, situado en el actual Hotel Nuova Roma (donde esperamos agradezcan a thisismadness.es esta publicidad, y si no nos pagan por ella, por lo menos nos perdonen los destrozos ocasionados en la habitación 461 con motivo del rodaje, que fue totalmente clandestino y alevoso).

Hotel Nuova Roma, antes y después
Hotel Nuova Roma, antes y después

El ataque se llevó a cabo de noche y los héroes pusieron toda la carne en el asador. Avanzaron sigilosamente por los pasillos, eliminando a toda la resistencia y buscando al general Peroni para tomarlo prisionero, matarlo o sodomizarlo reiteradamente, lo que el cuerpo les pidiera en el momento. La batalla, aunque silenciosa, fue de una extrema dureza. Finalmente, cumplido su objetivo (o no, la verdad es que se les había acabado el bebercio que llevaban), se retiraron de nuevo al Fuerte Cantabria. Su audaz maniobra no pareció servir de mucho, ya que, olvidados por todos los bandos combatientes, permanecieron en su precario refugio esperando refuerzos hasta varios años después de que acabara la guerra, sin enterarse de su final, porque cada vez que algún amable ciudadano se acercaba a comunicárselo, lo recibían a tiros, no se sabe si pensando que se trataba de un soldado enemigo o del encargado del hotel que iba a presntarles la factura.


Nada se sabe con seguridad del final de esta historia. Algunos especulan con que los soldados acabaron por ser derrotados. El prestigioso historiador J. A. S. declaró: "Si no salen las tetas de Leonor de Aquitania, no me interesa el tema". Para otros, fueron repatriados tras varios años y, a su llegada a la URSS, acusados de desertar, lo que les habría valido unas vacaciones pagadas en alguna de las paradisíacas instalaciones que el gobierno de Stalin proveía para estos casos.

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Esto explicaría la ausencia de testimonios fiables y el gran misterio que rodean los hechos, aunque en opinión de otros expertos, es debido a que los supervivientes arrastraron durante todo el tiempo que duró su gesta una mierda tan descomunal, que cuando se les pasó no se acordaban ni de sus nombres.


A pesar de todo, la heoicidad de estos cinco tarados ha quedado para siempre escrita en letras de oro en el libro de las acciones militares más inútiles, absurdas y posiblemente imaginarias, del mundo contemporánero y parte del extranjero.

La película