Título original: True grit

Dirección: Joel Coen y Ethan Coen (uno indica y el otro dirige)

Guión: Joel Coen y Ethan Coen (uno escribía las vocales y el otro las consonantes), basados en la novela de Charles Portis

Intérpretes: Jeff Bridges (el alguacil Rooster Cogburn), Hailee Steinfeld (Mattie Ross), Matt Damon (el Ranger de Texas LaBoeuf), Josh Brolin (el cobarde Tom Chaney), Barry Pepper (Ned Pepper, la dentadura más asquerosa del Oeste), Paul Rae (Emmett Quincy, el forajido de la cabaña), Domhnall Gleeson (Moon, el muchacho malogrado), Ed Corbin (el extraño hombre/oso dentista), Elisabeth Marvel (Mattie Ross adulta).

Crítica

Sin ser yo muy dada al cine del Oeste y mucho menos a los spaguetti-western, he de decir que esta película me ha parecido la mejor que he visto dentro de este género tan peculiar. Ya sé que se trata de un "remake" del film que dirigió Henry Hathaway en 1969 y que le valió el Oscar a John Wayne (si bien nunca he terminado de entender cómo este buen hombre podía encajar tanto en el papel de un cowboy como en el de un soldado de la II Guerra Mundial haciendo exactamente lo mismo), pero esta vez la adaptación de la novela de Portis corre a cargo de los geniales hermanos Coen y con Jeff Bridges en el lugar de Wayne.

La historia parece la típica de cualquier western: Mattie Ross es una niña de 14 años que regresa al pueblo en el que su padre fue asesinado por el cobarde Tom Chaney con el objetivo de vengarle. Para ello contrata al rudo alguacil Cogburn, que no se toma en serio las demandas de una chica tan joven, pero acaba accediendo por el dinero. Al mismo tiempo se presenta el arrogante LaBoeuf, un ranger de Texas con mucho ego y no demasiada habilidad, que se unirá a la búsqueda de Chaney para llevarlo ante la justicia por un crimen que cometió contra un senador tejano. Este peculiar grupo se adentrará entonces en el vasto territorio salvaje para cazar al forajido, aunque tendrán que hacer frente a un problema mayor: soportarse los unos a los otros.

Pues bien, lo que a simple vista podría parecer una película que cae en la sensiblería barata y en la acción sin sentido, resultó ser una grata sorpresa para servidora. Creo que pocas veces habré disfrutado tanto con una aventura del Oeste. Y es que los Coen siempre han estado en la lista de mis directores favoritos. Con ese sello tan personal que tienen, firman una historia cruda y de gran dureza en sus imágenes que, sin embargo, tiene sus momentos más o menos tiernos, pero sin caer en el exceso innecesario. Los sentimientos de los personajes son bastante comedidos, incluyendo a la joven Hailee Steinfeld (Mattie), cuyo trabajo en este film le ha valido su primera nominación a los Oscar con tan solo 14 añitos. La verdad es que es un mérito lo que ha hecho esta chiquilla, porque aguanta el tipo de una manera soberbia ante otras grandes figuras del cine como el gran Jeff Bridges, Matt Damon o Josh Brolin (que parece haberse convertido en el actor fetiche de los Coen), un trío de actorazos para quitarse el sombrero. Bridges está que se sale con esa naturalidad descarada que tiene para interpretar a personajes tan esperpénticos y entrañables como Cogburn, lo que le ha vuelto a valer otra nominación a los Oscar; Matt Damon sorprende como LaBoeuf pues, si bien no se caracteriza por ser un actor de gran expresividad, el personaje le viene perfecto, ya que un ranger de Texas presuntuoso no requiere demasiado sentimiento en el rostro; Josh Brolin está verdaderamente camaleónico dando vida a Tom Chaney, un forajido con pocas luces pero con muy mal carácter, y demuestra una vez más que aquel chiquillo guapete que enamoró a media generación ochentera y a otra media noventera (en la que me incluyo) en "Los Goonies" se ha convertido en todo un hombre capaz de interpretar tanto a maduritos interesantes (véase "No es país para viejos" o "Cuando menos te lo esperas") como a desalmados asesinos de aspecto penoso.

En cuanto a la estética, qué decir: típico pueblucho de western, desiertos interminables, parajes inhóspitos, acantilados... vamos, lo más característico de la geofrafía norteamericana pero con ese je ne sais quoi del que Joel y Ethan Coen consiguen empapar cada imagen, con escenas de violencia explícita bastante BRUTALes en ocasiones, pero tratadas también con la ironía de ambos hermanos, algo que dota de un cierto alivio cómico a los momentos más duros.

En definitiva, "Valor de ley" es una opción más que recomendable, ya seáis amantes o no del cine del Oeste, puesto que es una película de aventuras de nuestros días que pasará a ser una obra de culto como lo son ya "Fargo" o "No es país para viejos" y que espero que atraiga a más público gracias a esas 10 nominaciones que consiguió en la pasada ceremonia de los Oscar, porque ya iba siendo hora de que sacaran una película de acción con un guión sólido y no sólo con insustanciales efectos especiales que apabullan a María Santísima. Así que ya sabéis, forasteros: ¡toca una del Oeste!

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